Fotografía estenopeica

La fotografía estenopeica es la posibilidad de la sorpresa: propone una revalorización de la experimentación visual volviendo a la técnica más rudimentaria de la fotografía, donde la incertidumbre propia de jugar con la luz se mezcla con lo artesanal de los elementos con lo que se arma la cámara: cajas de fósforos.

Para la artista, el motor es el goce de no saber qué va a pasar cuando la luz quema la imagen y produce la pieza artística.

Las piezas son principalmente retratos que, sin ser explícitos,  sugieren personajes complejos en escenarios sombríos.

Fotografía analógica

El trabajo analógico de la artista es el que revela el costado más luminoso de su búsqueda, donde la calidez de las situaciones retratadas es potenciada por las formas orgánicas y gamas brillantes de las mismas.

Con una cámara Pentax que es herencia familiar, la fotógrafa revela su costado más naíf en el formato analógico, logrando captar momentos que guardan en sí la posibilidad de un relato.

Fotografía digital

La fotografía digital es el costado de la artista con mayor desarrollo técnico. Su formación en artes visuales le brinda criterios de composición que le permiten elaborar un registro coherente.

Es la parte la más explotada en su dimensión laboral, específicamente en la cobertura de recitales y eventos nocturnos para medios gráficos digitales.